El mundo de "la Zona", que Juan José Saer (1937-2005) levantara obsesivamente, página a página, libro a libro, durante casi cincuenta años de trabajo, es uno de los proyectos más ambiciosos de la literatura en castellano del siglo XX. En casi dos decenas de obras lo vemos mutar y asentarse hasta desembocar, con "La grande" (2005), en el fin imprevisto del programa, como un rollo de película que de repente pasara a rodar en blanco. Esta será la última vez que encontremos estos personajes y lugares tantas veces compartidos, este será el último tango en su mítica santafesina.

El ensayo que el lector tiene entre sus manos propone una lectura minuciosa de la novela que cierra la obra de Saer. "La grande" ya había merecido estudios breves, pero no contaba aún con un análisis detallado que explorara todos sus recovecos y revelara la vuelta de tuerca final que dio el autor en su concepción de lo real y del hecho literario. "La grande" es más que la última ficción de Saer: es una obra de aceptación, de pacto con el mundo y la literatura, que afronta con lúcida desilusión uno de los grandes temas del siglo: la "moral del fracaso". Tal vez, como sugiere Luis Fuente, la grandeza de esta novela radica en asumir que "de acuerdo, somos seres humanos y, como tal, nacemos destinados al fracaso, nacemos para morir y ser olvidados: que esa nimiedad no nos impida acceder a los placeres inmediatos y fugaces del mundo, a la promesa siempre insinuada y siempre diferida de poder aferrar el Todo".