Los relatos de este libro contienen ingredientes de la propia historia de Antonio Ramos. Hay trenes, canciones, coplas, tipos entresacados de su entorno, pasado evocado y tamizado, presente disfrazado, mujeres implacables o bondadosas y hombres sumidos en las sombras junto con otros de una inocencia casi infantil. El autor narra de lo que sabe y cuenta lo que vio, aunque retorciendo y camuflando los hechos, como todo fabricante de ficciones. Durante años buscó una voz propia y, al final, creemos que la encontró y pudo a través de ella introducirnos en sus mundos y en su vida, en su difícil cotidianidad y sus relaciones humanas. Nunca sabremos por qué alguien decide marcharse de este teatro, que tan acertadamente versificó Gil de Biedma, antes del último acto. Sólo podemos imaginarlo, sin tener ninguna certeza. Su esposa, su hija, y muchos de nosotros, todavía nos preguntamos qué sentido tuvo su final. Los relatos que siguen no ofrecen una respuesta acerca de por qué, pronto hará cinco años, decidió acabar con su vida, pero, sin duda, encierran algo mucho más importante a fin de cuentas: las verdaderas dimen