Huelva, por su situación estratégica, fue elegida por los alemanes para el establecimiento de sus redes de espionaje y sabotaje. Pero también fue escenario de una de las estratagemas más ingeniosas utilizadas por los británicos en la II Guerra Mundial: El caso deWilliam Martin (El hombre que nunca existió). El cadáver de este supuesto oficial británico apareció flotando en la playa de La Bota, el 30 de abril de 1943. Portaba documentación para engañar a los alemanes y oficialmente yace sepultado en el cementerio onubense de La Soledad. En el 75 aniversario de esta operación de engaño se ha querido mostrar su historia de una manera clara y simple, con el secuestro del cadáver y la aparición de unos protagonistas inesperados, los submarinos alemanes, que lo transportaron a la base de La Spezia (Italia) para realizar una segunda autopsia. Respecto a su identidad, los autores piensan que se utilizó el cuerpo de uno de los marineros ahogados en el hundimiento del portaviones Dasher, en Escocia.