Querido lector,

Al fin tenemos aquí el esperado verano. Los días más largos, las ganas de playa, el sol… y un nuevo número de la revista Eikyô. Queremos agradecerte, un trimestre más, la confianza depositada en nuestro proyecto. Nos ilusiona que elijas Eikyô para tus lecturas bajo la sombrilla -o bajo el aire acondicionado que pronto nos hará mucha falta- y esperamos que disfrutes descubriendo facetas de la cultura japonesa que hemos preparado para esta ocasión.

Seguimos celebrando aniversarios. En este número encontrarás dos, el de una conocidísima canción -la única de procedencia nipona que ha alcanzado el número 1 de las listas de Norteamérica en toda la historia- y el de una maquinita que hizo las delicias de aquellos que eran niños -o no tan niños- en los 90.

En este número, además, recuperamos sección. Bajo el nombre de ‘Rincones de Japón’ -sección que existía en números anteriores- proponemos una serie con la que descubrir algunos de los lugares más sorprendentes y bellos del país nipón, escogidos por la UNESCO como patrimonio de la humanidad.

Viajando a principios del siglo XX conoceremos cómo los comerciantes de nuestro país utilizaban Japón para hacer publicidad de sus establecimientos y productos y también,  conoceremos a un aventurero asturiano y a su hijo que, a través de su colección y de sus fotografías, nos han legado un conocimiento exhaustivo de la pasión japonista que penetró en Europa durante las primeras décadas de 1900.

Ya en el presente, esperamos que disfrutéis del artista que os presentamos. Un pintor que, fascinado por el arte japonés, realiza una crítica social muy sorprendente. En un tono más tradicional viajaremos a Kioto para conocer uno de sus festivales de verano más famosos y con más larga historia. Y casi en el futuro, esperamos que disfrutéis conociendo un poco más a un arquitecto -galardonado con el Pritzker este año- que construye para el mañana.

Y como cada trimestre hablaremos de cine, animación, literatura, manga y música para que puedas estar al día y experimentar en tu propia casa una parte de la cultura japonesa. Además, te llevaremos a cenar y te enseñaremos a preparar una deliciosa receta para que disfrutes de  tu experiencia japonesa con los cinco sentidos. Y mucho más, pero tendrás que seguir leyendo para descubrirlo.