Unas cuarenta mujeres deben reunirse en un distrito designado. Gritar?n mucho contra los acaparadores y los agiotistas; dir?n que hace demasiado tiempo que estos hombres hambrean al pueblo, que es justo que devuelvan algo de buen grado o a la fuerza. Acalorar?n y provocar?n a aquellos que las escuchen, y, en fin, desencadenar?n su indignaci?n lanz?ndose con furia contra algunas tiendas. Individuos expresamente situados se extender?n por Par?s, y dir?n que los bribones Jacobinos han puesto finalmente en ejecuci?n el horrible proyecto de saquear a las gentes honestas, a Ios buenos ciudadanos. Este rumor se extender? considerablemente. Las medidas represivas se pondr?n en aplicaci?n. Los peri?dicos difundir?n por todo Par?s, y la Rep?blica entera, este nuevo crimen de los terroristas. La opini?n se pondr? as? en contra de ellos y la continuaci?n y conclusi?n ser? la persecuci?n motivada y la destrucci?n total de estos horribles hombres.