Principio de los tiempos. Dios crea la Tierra, los animales, las plantas. y el Hombre. ¡Craso error! Este hombre resulta ser un plasta insoportable. Así que Dios crea a la Mujer para compensar. Y la hace tan perfecta que todos los seres la adoran. Todos menos uno: Adán. Cuando Satán llega al Edén se enamora también de Eva, y engaña a Dios para que acepte un pacto por el que las almas de aquellos que le desobedezcan vayan al Infierno. El pacto pasa factura, y aunque Dios evita mediante un truco diabólico que la propia Eva vaya al Infierno, su auto-estima queda rota y se retira a la Nube de lo Nebuloso. Pasan las eternidades y el Cielo se ha convertido en el feudo de los enemigos acérrimos de San Pedro, quien ha estado amañando el Juicio Final con fines secretos. Huye del Cielo y se dirige al Infierno unos días antes del Apocalipsis con una misión oculta: engañar al mismísimo Diablo para evitar su propia condena. Pero hay alguien que conoce sus planes. La acción se desarrolla de una forma trepidante, con un Satán chamuscado y malherido, pero magnífico y desafiante, colgado de Eva; un San Pedro desaliñado, amargado y rebelde; un San Jorge con dos dedos de frente y majareta; las serpientes del Edén; un Santo Bebé demente; una Virgen con un secreto estremecedor; y un largo etcétera de ángeles, demonios y monstruos insólitos, todos, incluida la Bestia, con sus propios sueños, hasta que llegue la batalla final que cambiará para siempre el Más Allá.

«Un libro que querréis tener siempre a vuestro alcance para esos momentos en los que os sintáis deprimidos o decidáis que la eternidad es demasiado larga. Creedme, la Biblia nunca fue más verdadera y más divertida.» Michael Moorcock «Una obra maestra de humor maravillosa, un viaje vertiginoso y atolondrado por la montaña rusa de la imaginación, durante el cual Redwood no pierde el ingenio ni en una sola página, visiones estupendas del Más Allá, y multitud de personajes magníficos y más grandes que la vida, entre ellos el mismísimo diablo, quien aquí llega a tener una nobleza miltoniona en sus propósitos.» Peter Tennant, Interzone Magazine A la lista de autores destacados de la fantasía humorística como son TH White, Lord Dunsany o Terry Pratchett hay que añadir Steve Redwood. Pescador de Diablos es uno de los libros más divertidos que he leído en muchísimo tiempo. Redwood exhibe tanto todo el brío irreverente de Douglas Adams, creador de Guía del Autostopista Galáctico, como la originalidad ingeniosa del cineasta Terry Gilliam. Lo que es más, en cuanto al llamado "diseño inteligente", ofrece el mejor argumento que he visto jamás. Redwood es un escritor hábil, inteligente y muy divertido, y su novela es todo un placer del principio al fin. Una vez empezada, no es posible dejar de leer esta fantasía tan vivaz y encantadora. Es un libro que querréis tener siempre a vuestro alcance para esos momentos en los que os sintáis deprimidos o decidáis que la eternidad es demasiado larga. Creedme, la Biblia nunca fue más verdadera y más divertida. Michael Moorcock (ganador de los premios World Fantasy, Nebula, Guardian Fiction, etc.) Esta historia hace la travesía peligrosa de símbolos de tinta al corazón del lector de tal manera que indica un futuro clásico. Divertida, desenfrenada, frenética pero también sensible, poética, y diabólicamente romántica. Rhys Hughes (Nueva historia universal de la infamia: Bibliópolis) Si Terry Pratchett y los hermanos Farrelly (Algo pasa con Mary) hubieran salido una noche con John Milton para emborracharse con tequila y anfetaminas, juntos pudieran haber ideado algo como esta novela. Richard Morgan, Premio Philip K Dick (Carbono alterado: Minotauro; Leyes de mercado: Gigamesh)