Las ideas y creencias erróneas sobre la salud y la medicina no son menos frecuentes ahora que hace unas décadas, a pesar de los numerosos programas informativos que los medios de comunicación dedican al tema. Se perpetúan opiniones y se propalan verdaderos bulos como si fueran verdades científicas indiscutibles y la creciente curiosidad del gran público sobre las terapias alternativas ha embrollado todavía más la madeja.