La vanguardia musical del siglo XX insistió mucho sobre la revolución armónica. Atonalidad y dodecafonismo desmontaron el sistema tonal funcional creado poco a poco desde el Renacimiento y sistematizado en los comienzos del siglo XVIII, especialmente con Rameau.áPero sería injusto desconocer las revoluciones paralelas en el campo del ritmo y el timbre, así como que el problema formal quedó parcialmente sin resolver: las formas heredadas tenían su base en el sistema armónico que precisamente se negaba.áJunto a lo anterior, los intentos de trascender la escala -desde los microtonalistas a los bruitistas y más tarde la música electroacústica- acabaron por remontar la diferencia entre los sonidos musicales y los no musicales para hacer de cualquier sonido una fuente potencial de música.áLa influencia del pensamiento estructuralista, de la lingüística y la expansión del concepto básico de "serie" acabaron por desarrollar un espejismo de unidad internacional en el edificio de la vanguardia musical internacional, con la etapa del serialismo integral, e incluso un cierto tipo de aleatoriedad. La llegada de las vanguardias no seriales, la aleatoriedad americana y, muy especialmente, la irrupción de la postmodernidad dieron al traste con esa ilusoria unidad.áLa música de los comienzos del siglo XXI es una amalgama de tendencias divergentes y hasta contrapuestas en las que resulta difícil encontrar un hilo conductor. Frente a la nueva complejidad, sin duda heredera del estructuralismo, se encuentran nuevas simplicidades, corrientes místicas, neopoéticas, el fenómeno del borrowing o música sobre músicas como reflejo de la intertextualidad y la interculturalidad y los intentos más o menos logrados de fusión, así como las músicas sónicas y del paisaje sonoro.áTodo ello en un contexto sociológico, el de la cultura de masas, en el que la música de investigación creativa se diferencia netamente de otros productos musicales de consumo. Probablemente sólo la cercanía haga aparecer como caótico un proceso que seguramente es mucho más coherente. Desbrozar este proceso es el objeto del curso que se inicia el lunes.áEn este contexto, el compositor Tomas Marco analizará durante cuatro días diversos aspectos en torno a la música contemporánea a comienzos del siglo XXI. Así el lunes abordará el tema de los objetos y procesos de la nueva complejidad y la nueva simplicidad. El martes 26 de septiembre se referirá a la música y la intertextualidad, conocida como la música sobre músicas. Al día siguiente se hablará sobre la interculturalidad y la fusión. El último día el ponente se referirá a la evolución del arte musical al arte sónico.áPerfil del conferenciante Tomás Marco estudió violín y composición paralelamente a la licenciatura de Derecho y amplió estudios musicales en Francia y Alemania con maestros como Maderna, Boulez, Stockhausen -de quien fue ayudante en 1967-, Ligeti o Adorno.áCompositor, crítico, profesor y autor de importantes ensayos y estudios sobre música del siglo XX, ha sido Director-Gerente y Director Técnico de la Orquesta y Coro Nacionales de España, Director del Centro para la Difusión de la Música Contemporánea del Ministerio de Cultura -en el que creó el Laboratorio de Electroacústica- y Director General del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y la Música.áTrabajó durante más de una década en los servicios musicales de Radio Nacional de España. Ha sido Consejero de la SGAE durante casi veinte años y fue el creador del Festival Internacional de Música Contemporánea de Alicante, que dirigió en sus once primeras ediciones. Ha sido profesor en el Conservatorio Superior de Madrid y en la UNED y ha impartido cursos y conferencias en numerosas instituciones y universidades de Europa y América.áComo compositor es autor de cinco óperas, un ballet, siete sinfonías, música coral, de cámara etc. En la actualidad se dedica exclusivamente a escribir música y sobre música. En noviembre de 2002 recibió el Premio Nacional de Música por el conjunto de su obra compositiva y en 2003 el Premio de Música de la Comunidad de Madrid. Además es miembro numerario de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.á