Obra del año 1900, frecuentemente reeditada, conserva aún en la actualidad una plena vigencia.
En un estilo ágil, Harnack nos retrotrae a los primeros siglos del nacimiento de la Iglesia y realiza un estudio profundo de la época.
El autor sostiene que la Iglesia nace de la confrontación entre el judaísmo y el helenismo, siendo el Concilio de Jerusalén del año 50 el que se inclina a favor de la cultura helénica, constituyendo San Pablo su representante más conspicuo.
Las modernas investigaciones sobre el Jesús «histórico» que aparecieron después del año 1985 en Estados Unidos cuestionaron las argumentaciones de la escuela protestante alemana que tiene en Harnack un claro representante de tal generación.
Sin embargo, el autor avanza sobre una cuestión más radical: ¿es el paulinismo la base sobre la que se estructura el cristianismo posterior al siglo II?
Esta obra que presentamos influyó en gran manera en las líneas fundamentales de los pensadores del siglo XX con relación al estudio de la Iglesia primitiva y su origen.