Lilit viaja a tierras lejanas en busca de trabajo que encuentra en una fábrica de besos. Desde el laboratorio la observa un chico llamado Nac que se enamora de ella. Un día está tan ensimismado en sus pensamientos que olvida apagar el fuego de una poción y provoca un incendio. Al salir huyendo de la fábrica tropieza con Lilit, que está desmayada en el suelo, y la salva. Nac es despedido y la fábrica permanece cerrada durante un día. Entonces un amigo le propone crear un beso especial y único para que así lo vuelvan a contratar. Nac lo consigue inspirándose en Lilit, pero luego decide que solo será para ella. Nac consigue pues fabricar el mejor beso del mundo para Lilit, pero antes que lo pruebe alguien se lo roba. Lilit y Nac irán entonces a la fábrica a buscar el beso robado. Allí descubren que el ladrón ha sido el dueño de la fábrica de besos que en realidad es un ser triste e infeliz porque está muy solo. Al final Lilit le da un beso de verdad, de amor a Nac, y de cariño al dueño de la fábrica. A partir de entonces este decide dedicarse a fabricar bombones en vez de besos, aunque crea también una escuela para enseñar a la gente a besar de verdad.