Hew Strachan, a quien se considera el mejor conocedor de la historia de la primera guerra mundial, consigue transmitir al lector toda la grandeza y la tragedia de un conflicto que ha dejado una profunda huella en nuestro mundo. Para ello se ha planteado en esta obra un doble desafía: el de ofrecernos una visión global, que no sólo nos hable de los combates en los Balcanes y en los campos de Francia, sino que tome en cuenta las batallas decisivas que se libraron en Rusia, en África o en el Oriente próximo (donde los turcos convirtieron el conflicto en una guerra sangrienta y exterminaron a cientos de miles de cristianos armenios), y el de recuperar el sentido que la guerra tuvo para quienes combatieron en ella: las causas por las que lucharon, muchas de las cuales han seguido plenamente vigentes por lo menos hasta el fin de la guerra fría. El resultado es un espléndido relato, enriquecido por una abundante ilustración, poco o nada conocida, que incluye las primeras fotografías en color tomadas por los franceses en los campos de batalla.