Este es un libro de crítica al narcisismo dominante en la cultura occidental. La tesis que defiende es que, si algún sentido más profundo que el establecimiento de una sociedad justa y equilibrada, sin privilegios de clase, tienen expresiones como «reconciliación del hombre con la naturaleza», este es, con toda probabilidad, dejar de ver al ser humano como el centro del universo y, en un esfuerzo intelectual ulterior, llegar a la convicción de que el universo no tiene un centro. Y ello ―aparte de consideraciones cosmológicas― no por razones en primera instancia éticas, sino ontológicas y antropológicas: pues los seres humanos tenemos, parece claro, la capacidad de hacer tendencialmente abstracción de nuestro punto de vista (aunque, de hecho, no lo consigamos con excesiva frecuencia), de mirar al mundo como si la nuestra fuera una «visión desde ninguna parte».Esta capacidad, mal empleada, da pie, es cierto, a lo que llamo «falacia de la perspectiva universal», por la que solemos identificar nuestro punto de vista con la visión pura o absoluta, no limitada por perspectiva particular alguna. Pero si caemos en eso es porque concebimos la posibilidad de una «deslocalización» de la mirada de la mente, y ello basta para autorizarnos a hablar de nuestra capacidad de «salir idealmente de nosotros mismos», aunque sólo sea para, como se dice a menudo, «ponernos en el lugar de otro». Y ello es, sobre todo ―ahí está el meollo de la tesis sostenida en este ensayo―, porque la realidad, incluso la nuestra y muy particularmente la nuestra, excluye por naturaleza todo pronombre o adjetivo posesivo.Pues bien, este libro tratará de mostrar cómo el esfuerzo por «salir de nosotros mismos» no es solo una actitud ética socialmente necesaria, sino una exigencia profunda de nuestra manera de ser como humanos y la única manera, a la vez penosa y gratificante, de hacer que la nuestra no sea «una historia contada por un idiota, llena de ruido y de frenesí, que nada significa» (William Shakespeare, Macbeth, acto V, escena V, 26-28.)

La obra está estructurada con arreglo al siguiente índice:Prólogo1. Miseria (extrema) de la filosofía1.1. El asalto a la Razón: un matricidio1.2. ¿Es verdad que nada es verdadero?1.3. La inteligencia y lo inteligible1.4. Metaphysica semper virens2. Experiencia: la realidad y su sombra2.1. Del algo al esto2.2. Un esto llamado Yo2.3. Más allá del Yo2.4. El error de Narciso3. Lo real y lo trascendental3.1. Somos y no somos (Heráclito)3.2. ¿Por qué hay algo más bien que nada?3.3. El tiempo y la eternidad: un principio sin comienzo, una consumación sin final3.4. Universal y singular: haz y envés de lo real3.5. Lo universal: más allá de la forma4. El punto ciego del saber4.1. El sujeto «arrojado» (sub-iectum)4.2. El «ser sin más»4.3. Ens individuum4.4. Una cadena sin primer eslabón5. La mente, entre el cielo de las ideas y el abismo del ser5.1. La idea, ¿constructo o constructor?5.2. La existencia: ni transcurso, ni acontecer, ni surgimiento. Solo acto puro5.3. Intuición e intelección: etapas del ascenso desde el fondo de la caverna5.4. La percepción estética: ¿síntesis intuitivo-intelectiva?6. El ser se hace de muchas maneras6.1. ¿Qué podemos conocer?6.2. ¿Qué debemos hacer?6.3. ¿Qué podemos esperar?Apéndice I. Ser, verdad y misterio: el poema de Parménides1. ¿Pregunta por el Ser o pregunta desde el Ser?2. El corazón de la Verdad (o lo que de ella podemos decir)3. La opinión: ¿vía divergente o vía paralela?Apéndice II. La concepción aristotélica de la memoria: una semiótica naturalistaApéndice III. Aforismos encadenados de una ética de la razón (more platonico)