El «mercado de fichajes» es el resultado de la interacción entre la reglamentación federativa -internacional y nacional- aplicable a la transferencia de jugadores y la normativa estatal que regula el vínculo de estos últimos con sus clubes. La primera se configura, principalmente, a partir de la relación que une a la FIFA con las federaciones nacionales, los grandes clubes europeos, la Unión Europea y los Estados; mientras que la segunda trata de buscar un equilibrio entre la especialidad federativa resultante y la protección de los jugadores y clubes de fútbol. En esta obra se defiende que la especialidad federativa del fútbol debería de situarse, en última instancia -y con independencia de otros factores-, en la promoción de la competencia deportiva dentro y fuera del continente europeo. Y, sobre esta premisa, trasladando esta máxima a las reglas relativas a la transferencia de jugadores, se sostiene que la especialidad federativa del «mercado de fichajes» ha de venir determinada por la creación de un marco jurídico que promueva el desarrollo y la igualdad «real» de oportunidades entre clubes y futbolistas, de forma respetuosa con los derechos de estos últimos.