Durante muchos años, Luis Izquierdo ha ido fraguando una obra personalísima, rigurosa, libre de toda concesión, al margen de modas, corrientes y grupos, cuyo mayor fruto es probablemente este libro que ahora publica, su testamento poético. En este poemario conviven sin estridencias la dimensión íntima y la reflexión moral y muy crítica sobre la realidad de nuestro tiempo. Maestro en la formulación precisa de las sensaciones visuales, perfecto articulador de las pasiones de la inteligencia en la musculatura del poema, Izquierdo traza en este libro un maravillosos retrato de su particular universo moral y estético. Hay, también, magistrales homenajes a sus antecesores, como Joseph Brodsky, Kafka, Gil de Biedma o Carlos Barral.