Mia Couto vuelve a un género literario que practica con reconocida maestría desde su primera obra en prosa, el recopilatorio Vozes Anoitecidas , que Caminho publicó en 1987.O Caçador de Elefantes Invisíveis recoge bajo este título, que también es el de uno de la antología stories, las hermosas historias que publica mensualmente la revista Visão .Aprovechó para regalarles un abrigo, más o menos intenso aquí y allá, y nos presenta un libro que está a la altura de las mejores obras de este género escritas en portugués. El estilo es sobrio y preciso, los temas son muchos y diversos, el lugar desde el que el autor ve el mundo y lo retrata en este libro es tan amplio que todo cabe en él.Entre la historia del pobre anciano, o mejor dicho, de un pobre anciano que recibe a una enfermera en su casa en un servicio de proyección del covid 19, y, al final del libro, la conversación de las estatuas que descienden de sus pedestales, Descienden y no se vuelcan, para hablar de los males y malentendidos de este mundo, entre uno y otro de estos relatos el lector se encuentra con personajes y escenas que no dejarán pronto su memoria.El cazador de elefantes invisible es una vez más Mia Couto en su mejor momento.