En la actualidad es imposible deslindar el concepto de desarrollo sin un planeamiento con enfoque ecológico, dado que los asentamientos humanos conllevan procesos como la movilidad y el transporte, el uso de la energía, la recogida y tratamiento de residuos, la reducción de emisiones o la preservación de la naturaleza, todo ello implica nuevas formas de producir y consumir más sostenibles. En esta obra colectiva, se explicita claramente que el planeamiento se erige en un instrumento eficiente si se utilizan indicadores tendentes a medir la presión que los modelos socioeconómicos ejercen sobre el ambiente, así como su monitorización para intervenir decididamente desde las administraciones en los procesos de gestión para corregir y dar respuesta a las disfuncionalidades que vayan apareciendo en cada momento.