El interés de Stephan George -y por extensión de su Círculo- por Platón, que empezó a fraguarse en torno a 1910, encontró una plasmación canónica en este ensayo de 1914 de su joven discípulo H. Friedmann. No tenemos aquí que ver ni con el Platón ilustrado precursor de Kant, postulado por el neokantiano Paul Natorp, maestro de Friedemann, ni con el Platón racionalista y antidionisíaco, enemigo de la vida, vilipendiado por otro gran pilar ideológico del George-Kreis: Nietzsche. Para el espiritualismo irracionalista, y al tiempo inmanentista, del Círculo, Platón es la «figura mítica» o guía espiritual que habría tratado de rescatar a Grecia de la decadencia cultural y política propiciada por los sofistas. Su filosofía habría sido una propuesta o «hipótesis» para la creación de una nueva «figura» social: una auténtica Gemeinschaft o Reich. Un pensamiento «esférico» y «jerárquico» -un círculo de ideas hipotéticas a partir de las cuales se arriba a un «punto medio» o Idea central no hipotética, lo "agathón"-, sería el fundamento epistemológico-ontológico de un todo social al tiempo orgánico y elitista.