Las universidades españolas son un auténtico agujero negro de la información. El logro de esta opacidad absoluta ha sido posible gracias al muro protector que han construido los rectores, que tienen uno poder omnímodo que no se ve contrarrestado ni por los profesores ni por unos alumnos desmovilizados que no son capaces de comprender el galimatías normativo que han creado. Nadie ha descrito una universidad por dentro, con nombres, problemas económicos y administrativos, con sus falsas verdades y...