Érase una vez un tímido adolescente de Queens, un incomprendido empollón con gafas. Los chicos del colegio se burlaban de él y las chicas lo ignoraban. Era un estudiante sobresaliente que vivía con su tío Ben y su tía May. Y su nombre era Peter Parker.

Un día el destino apareció en la forma de una picadura de araña radioactiva. Cuando un ladrón entró en su casa, uno al que Peter había dejado escapar con anterioridad, y mató al tío Ben, Peter aprendió por las malas que un gran poder conlleva también una gran responsabilidad.

Aquella noche, narrada en Amazing Fantasy núm. 15 (agosto de 1962) por Stan Lee y Steve Ditko, nació el héroe más popular de Marvel.

Su repentino paso a la edad adulta ha inspirado a generaciones de lectores de todas las edades.

Spiderman lleva sesenta años con nosotros. Ha crecido con nosotros, él es nosotros. Y esta es su asombrosa historia.