Detalles del libro
Este libro refleja parte de la investigación realizada durante los años 2004 a 2007 por el equipo que ha venido trabajando en el proyecto de investigación I+D Archivo digitalizado y edición traductológica de textos literarios y ensayísticos traducidos al español (HUM-2004-00721FILO), del que soy investigador principal. Este proyecto ha tenido como finalidad la creación de un archivo o biblioteca virtual de traducciones y la edición de algunas de ellas, según criterios traductológicos. Una descripción más pormenorizada de los objetivos, la metodología y los resultados obtenidos hasta el momento puede encontrarse en el capítulo 1 de esta monografía. El equipo de investigación solicitante del proyecto, todo él de la Universidad de Málaga, se compone de los profesores Juan Crespo Hidalgo, del Departamento de Filología griega, Estudios árabes e islámicos, Lingüística general y Documentación; Juan Ramírez Arlandi y María del Mar Verdejo Segura, del departamento de Filología inglesa, francesa y alemana, y los profesores Marcos Rodríguez Espinosa, Mercedes Martín Cinto, Carmen Acuña Partal y las becarias de investigación Nieves Jiménez Carra y Concepción Serón Ordóñez, del departamento de Traducción e Interpretación. Una vez aprobado el proyecto, se invitó a participar en la edición de textos a destacados especialistas que también colaboran en este libro, en concreto a la profesora Laura Campillo Arnáiz de la Universidad de Murcia, y a los profesores José Enrique García González, de la Universidad de Sevilla y David Marín Hernández de la Universidad de Málaga. La confección del archivo y de las correspondientes ediciones tiene como precedente la existencia de bibliotecas virtuales en internet desde hace ya varios años, aunque ninguna, que se sepa, sea específicamente de traducciones. En el capítulo 2 de este libro, Edición electrónica y traducción, Nieves Jiménez Carra analiza el concepto de «hipertexto» y traza su historia, para describir después dos conocidas bibliotecas virtuales, el Project Gutenberg, quizá el mayor archivo de libros digitales existente en la actualidad, y la Biblioteca Virtual, Miguel de Cervantes, la mayor que hay en español. Jiménez Carra apunta dos datos interesantes relacionados con la presencia en internet de obras traducidas. Uno es el vínculo directo que parece existir entre bibliotecas virtuales y lenguas preponderantes a escala mundial como el inglés y francés, que hace que el número de obras literarias y ensayos escritos en dichas lenguas sobrepase al de otras, incluida la española. El otro es la conspicua ausencia del nombre del traductor en las traducciones digitalizadas, un hecho bastante común hace unos años que solo parece haber cambiado recientemente. El objetivo del archivo y de las ediciones que actualmente están en proceso de elaboración es, en pocas palabras, el estudio de traductores y traducciones concretas tanto del siglo XIX como del XX. Las obras seleccionadas constituyen, en este sentido, estudios de caso escogidos por su importancia en la cultura de origen y su influencia en la historia de la Traducción en España, pero también por ser muestras reveladoras de síntomas y rasgos relacionados con distintas políticas y estilos de traducción. Indudablemente, los comienzos del siglo XIX constituyen el comienzo de la moderna teoría traductológica y de la idea de la traducción como service translation en palabras de Bernofksy 1 es decir, la de un proceso en el que el traductor pone su talento al servicio del autor traducido y no al contrario. En realidad se trata de una idea antigua, pero solo practicada intermitentemente en el transcurso de la historia, y soslayada en la práctica por las ideas neoclásicas sobre la traducción del siglo XVIII. El resurgir romántico del individualismo y del respeto por el autor y su obra influyen de forma decisiva en la forma de plantear esta nueva manera de traducir, si bien este cambio no es ni tan rápido ni tan uniforme como podría imaginarse en todos los países de Europa, y en concreto en España. Precisamente, las turbulentas circunstancias políticas y sociales de la España de la primera mitad del siglo XIX influyen decisivamente en las políticas de traducción seguidas en nuestro país. En el capítulo 3, Políticas de traducción en la España del siglo XIX, el profesor Juan Crespo enumera algunas características importantes de la actividad traductora en distintos momentos del siglo: el gran número de obras impresas en el extranjero entre 1790 y 1834 por razones políticas, el «giro» que supone la eliminación de la censura en 1837 y la «apertura» lenta pero segura de la cultura española a las principales obras del pensamiento y la ciencia que se produce, con altibajos, durante el último tercio de siglo. Sin embargo, quizá lo más valioso del capítulo es el «ensayo» de clasificación de traducciones decimonónicas —y de traductores— que se propone, que demuestra la imposibilidad de desvincular tanto a la traducción, y en concreto a sus clases, métodos y técnicas, como a sus protagonistas principales, los traductores, de las relaciones de poder que se dan en la España del XIX. Crespo finaliza su trabajo reivindicando el papel decisivo de los traductores en la difusión de nuevas ideas. Los capítulos siguientes analizan traducciones y traductores concretos por orden cronológico. Los cuatro siguientes se dedican a obras literarias. En el capítulo 4, Recepción del Werther en España de Mercedes Martín Cinto, se describe precisamente el infructuoso intento de publicar una traducción del Werther por parte de José Blandeau, que habría sido una de las primeras de Europa en caso de haberse llevado a cabo. La posterior traducción de Werther de José Mor de Fuentes (1835) constituye no obstante un punto de inflexión en la historia de la recepción de Goethe en España, que es tardía e imperfecta debido en parte a los avatares políticos ya citados. Como ya se ha señalado en otros estudios —Ruiz Casanova (2000: 376; Lafarga 2004: 223) 2—, Mor de Fuentes, una figura quizá más dieciochesca que decimonónica, es un traductor por reivindicar en la historia de la traducción en España. El fenómeno de la «autocensura» caracteriza a la traducción española de Waverley de Walter Scott, realizada por la imprenta de Oliva en 1836, traducción que constituye el objeto de estudio del capítulo 5, Waverley ve la luz en España: consideraciones sobre la traducción publicada por Oliva, realizada por José Enrique García González, que es interesante como estudio de caso a pesar de no ser la primera de la obra al español. Este Waverley de Oliva pone de manifiesto otra importante característica o «norma inicial» en términos de Gideon Toury, aplicable a la traducción de libros en nuestro país durante el siglo XIX. Se trata de las traducciones «indirectas» o «intermediadas», generalmente a través del francés, a las que obliga el general desconocimiento de lenguas extranjeras. En este caso, Scott es traducido a partir de la traducción francesa de Defauconpret, con la que, a pesar de todo, presenta significativas diferencias.
- Encuadernación Tapa blanda
- Autor/es Zaro, Juan Jesús
- ISBN13 9788498362589
- ISBN10 849836258X
- Páginas 410
- Colección Interlingua #
- Idioma Castellano
Traductores y traducciones de literatura y ensayo
- Juan Jesús Zaro
- Editorial COMARES
- ISBN 9788498362589